Índice de vegetación (NDVI) e Índice de humedad (NDMI) en ZMTG

22 / agosto / 2023
3 minutos de lectura

Tuxtla Gutiérrez, atravesada por el río Sabinal, es un ejemplo de cómo el diseño urbano hace toda la diferencia: puede incrementar o disminuir el impacto positivo de los cauces de agua en la vegetación. Esta es importante porque amortigua los efectos del cambio climático, como las olas de calor y mitiga el efecto de “islas de calor” producido por superficies como el cemento y asfalto.

Esta publicación es la última en una serie donde también se analizaron los casos de Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.

¿Por qué importa la humedad y la vegetación?

La humedad en la vegetación es el mecanismo por medio del cual las áreas verdes regulan la temperatura y amortiguan los efectos del cambio climático, así como aquellos producidos por olas de calor como la que azotó a México este verano. 

El ciclo de acumulación y evaporación de agua en las áreas verdes urbanas previene el efecto de “islas de calor” producido por las superficies duras como el cemento y el asfalto.

Tuxtla Gutiérrez es una ciudad atravesada por un gran río y una serie de ríos menores que lo alimentan; estas características geográficas son muy importantes en el contexto de las áreas verdes intraurbanas. Las riberas (medidas como una franja de 150 metros) del río Sabinal y los otros cauces acumulan el 68% de los espacios con mayor humedad y estabilidad.

Como en otras ciudades, los factores geográficos influyen decisivamente en la distribución de la humedad y la salud de las áreas verdes, especialmente durante los meses más secos y calurosos del año.

 

Los ríos urbanos son vitales para las áreas verdes

Aún así, existen diferencias de diseño urbano (como la eliminación de áreas verdes) que limitan el impacto positivo que estos cauces tienen sobre las áreas verdes urbanas. Aunque este afluente natural tiene un efecto en la vegetación de la ciudad, existen zonas donde prácticamente se ha eliminado la vegetación.

Por ejemplo, en el centro histórico de la ciudad, los suelos duros se han construído en toda la superficie e incluso al borde del río. El resultado es que la zona más consolidada de la ciudad disfruta en menor medida de los efectos reguladores de la temperatura que ofrecen las áreas verdes y los cauces naturales.

En cambio, las zonas intraurbanas y densas con mayor conservación de humedad se concentran más hacia el oriente del centro histórico, particularmente en torno al Jardín Botánico Faustino Miranda.

Al poniente del centro histórico, también se ubican los parques Caña Hueca y Tuxtlán, donde también se identificaron zonas con áreas verdes de mayor humedad y estabilidad. En ese sentido, Tuxtla es un ejemplo de cómo las decisiones de diseño urbano en torno a los cauces naturales pueden beneficiar o perjudicar el acceso a áreas verdes saludables.

 

¿Es un privilegio el acceso a cauces naturales con áreas verdes?

Uno de los hallazgos más notables en algunas de las ciudades estudiadas ha sido la correlación entre la marginación y el acceso a aquellas áreas verdes donde la humedad se preserva.

El centro y el oriente de Tuxtla concentran más viviendas con grados de marginación medios, altos y muy altos. En cambio, al poniente, las zonas con mayor humedad contienen más hogares con niveles de marginación bajos. Esta región de la ciudad es aquella donde se han conservado las áreas verdes cercanas a la ribera del Sabinal.

Aunque parezca un aspecto técnico, el manejo de los cauces de agua naturales y el cuidado de las áreas verdes intraurbanas son cuestiones de derechos humanos: de estas gestiones dependen el derecho a un medio ambiente saludable y a la vivienda adecuada, especialmente desde el punto de vista de la resiliencia ante el cambio climático.

 

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