Investigador: Emanuele Giorgi, Tiziano Cattaneo, Alfredo Mauricio Flores Herrera, Virginia del Socorro Aceves Tarango y Karol Paulina Serrato Guerrero.

La vulnerabilidad es el nivel de riesgo que afronta una familia o individuo a perder la vida, sus bienes, sus propiedades y su medio de sustento ante un posible cambio. Cualquier persona puede considerarse vulnerable, dependiendo de la situación socioeconómica o condicionantes personales, pero las personas con menores recursos económicos, intelectuales o ambientales son las que más pueden estar en condición de vulnerabilidad. Para hacer frente a esta situación, el diseño urbano y arquitectónico contemporáneo mucho puede y tiene que hacer.

Una población vulnerable puede entenderse como aquella población propensa a estar en riesgo de encontrarse con problemas que pueden ser de diversa índole o que se encuentra en situación de experimentar limitaciones de algún tipo (social, económica, política, ambiental, etc.) que afecten la capacidad para realizar de forma plena y segura las actividades diarias. Un aspecto que destaca el estado de vulnerabilidad es, en particular, la dependencia de elementos externos que pueden cambiar un estado de bienestar: la fragilidad de un sistema con respecto a cambios bruscos representa un aspecto básico del concepto de vulnerabilidad. El cambio climático, las variaciones en el suministro y el costo de la energía, las incertidumbres económicas y las crisis de salud son claros ejemplos de trastornos que pueden afectar negativamente a una comunidad. Cuanto menos capaz sea la comunidad de hacer frente a estos cambios, mayor será la vulnerabilidad que caracteriza a esta comunidad. Sin duda, el diseño urbano y arquitectónico mucho puede y tiene que hacer para crear un ambiente construido capaz de generar oportunidades de empoderamiento y permitir a las comunidades enfrentar los cambio.