In Atizapan de Zaragoza, Mexico and Yinchuan, China
Investigadores: Aleksandra Krstikj, Moises Gerardo Contreras, Meng Wang 7 Elsa A. Pérez-Paredes
En su capítulo Planning the equitable distribution of services in emerging regions Atizapán de Zaragoza, Mexico and Yinchuan, China (Planificación de la distribución equitativa de servicios en regiones emergentes, Atizapán de Zaragoza, México and Yinchuan, China), Aleksandra Krstikj, Moises Gerardo Contreras Ruiz Esparza , Meng Wang & Elsa A. Pérez-Paredes desarrollaron una herramienta de evaluación de la equidad espacial de los servicios como indicador de la resiliencia urbana ante contingencias de salud.
Las últimas décadas revelaron que las enfermedades infecciosas, causadas por virus como el Ébola, el MERS y el SARS, se están convirtiendo en fenómenos globales y multidimensionales. La distribución desigual de los servicios se ha relacionado con una mayor vulnerabilidad a la propagación de enfermedades infecciosas. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de evaluar la equidad espacial de los servicios en las regiones de rápida urbanización.
Este estudio se centró en la evaluación de la equidad espacial de los parques y las tiendas locales durante los confinamientos de COVID-19. Los autores plantean que la equidad espacial de servicios como parques y tiendas locales son esenciales para soportar períodos prolongados de movilidad reducida y son de suma importancia en la resiliencia a las crisis de salud a gran escala. Su objetivo es desarrollar una herramienta computacional práctica y fácil de usar para evaluar la accesibilidad actual de los servicios en una distancia caminable. La herramienta también ofrece la posibilidad de modelar rápidamente nuevas ubicaciones proyectivas de servicios. Un aporte adicional del estudio es la evaluación de la equidad espacial en dos casos de estudio: el municipio Atizapán de Zaragoza en el Estado de México y la ciudad de Yinchuan, China.
La resiliencia se define como la capacidad de transformación o evolución ante una crisis. En planificación urbana es definida por el potencial de un sistema urbano para regresar al equilibrio. Discusiones recientes sobre cómo definir el equilibrio deseado (o si existe) y cómo se puede mantener (o por qué) ponen en evidencia la necesidad de un cambio de paradigma. Los autores enfatizan que la planificación urbana post-COVID-19 debe incorporar la equidad espacial en la distribución de servicios como una estrategia de prevención a largo plazo.
La equidad social en la administración pública se ocupa de la equidad de la organización, gestión y prestación de los servicios públicos. La diferencia crucial entre igualdad y equidad radica en la necesidad de que los grupos vulnerables reciban desproporcionadamente más beneficios, también definida como equidad «compensatoria». El concepto de equidad en los estudios socio-espaciales se ha abordado de diversas formas y a través de indicadores como distribución, disponibilidad, acceso y calidad de los espacios, así como poder, gobernanza y toma de decisiones. Sin embargo, las investigaciones sobre cómo evaluar la equidad espacial, especialmente a escala de vecindario, son escasas y demasiado complejas para su aplicación práctica en regiones subdesarrolladas.
Los parques y tiendas locales son servicios urbanos cruciales para que la comunidad pueda sostener un período prolongado de confinamiento. Estudios anteriores demostraron que los ciudadanos que viven cerca de los parques disfrutan de beneficios para la salud física y mental, lazos sociales más fuertes y una sensación de seguridad. Por otro lado, la tienda local se ha convertido en una parte importante del suministro rutinario de bienes y es un factor significativo que contribuye a la resiliencia no sólo durante el confinamiento sino en la fase de recuperación, generando empleos locales y reduciendo el desperdicio de alimentos. La evaluación del acceso a estos servicios es particularmente significativa en poblaciones vulnerables que dependen del transporte no motorizado, así como ancianos, niños, discapacitados permanente o temporal y ciudadanos en situación de pobreza.
El método para la planificación proyectiva de parques es la contribución original de este trabajo y sirve como una herramienta de apoyo en la toma de decisiones en estrategias de mejora de la resiliencia. Esta herramienta tecnológica mide la equidad espacial e identifica zonas críticas en donde los servicios son necesarios. Así mismo puede informar a los tomadores de decisiones sobre las prioridades en la asignación de recursos y contribuir a resultados más eficientes en la planificación urbana.
En Atizapán de Zaragoza, donde las medidas de confinamiento de COVID-19 llevan un año en vigor, se notó una falta significativa de proximidad transitable a parques y tiendas en el 56% de la zona de viviendas; las zonas también presentan una alta marginación. Ambos factores dificultan las condiciones para cumplir los requerimientos de confinamiento, aumentando el riesgo de brotes. Por otro lado, en Yinchuan, la equidad espacial de parques y tiendas coincidió mucho mejor con el área de vivienda, por lo que la planificación está más alineada para formar las condiciones para la mejora de la resiliencia urbana.
En el caso de Atizapán de Zaragoza la herramienta también modeló posibles ubicaciones de futuros parques con el objetivo de informar a los planificadores. Una estrategia derivada del análisis es la adaptación de espacios subutilizados en las cercanías, como lotes baldíos, callejones, sitios escolares, propiedad pública o propiedad de servicios públicos, calles innecesariamente anchas y lechos de ríos abandonados.
Las experiencias durante la crisis provocaron un replanteamiento de las formas en que consumimos el espacio público urbano y la importancia de tener espacios verdes accesibles para “reconstruir mejor”. El valor de la herramienta se encuentra en diseñar un enfoque más unificado y práctico para evaluar la equidad espacial en diferentes contextos urbanos, especialmente en las regiones en desarrollo que enfrentan problemas como falta de recursos humanos y tecnológicos, justicia ambiental y presión política para contribuir a las agendas nacionales e internacionales de resiliencia y sostenibilidad.
Finalmente, aunque el estudio propone una herramienta útil para mejorar la equidad en la distribución de servicios, los temas de políticas pública, rendición de cuentas y gobernanza son una parte crucial de cualquier esfuerzo para mejorar la equidad y la resiliencia en el entorno urbano. Debido a que algunas estrategias pueden tener resultados paradójicos al excluir a las comunidades de bajos ingresos y promover la gentrificación, el diseño de políticas dirigidas al control de alquileres, vivienda asequible y fondos fiduciarios de vivienda, debe ser parte integral de cualquier esfuerzo para mejorar la equidad en la planificación futura de servicios. Estas estrategias exigen colaboraciones entre el gobierno local y grupos comunitarios dispares para impugnar intereses inmobiliarios. En este contexto, la herramienta desarrollada puede ser un punto de partida para involucrar a los planificadores urbanos, diseñadores y ciudadanos para desarrollar estrategias de distribución de servicios urbanos que mejoren la calidad de vida y la resiliencia comunitaria.
[1] Publicado en el libro COVID-19 and Cities: Experiences, Responses, and Uncertainties (COVID-19 y las Ciudades: Experiencias, Respuestas e Incertidumbres; eds. Dr. Miguel Montoya, Dr. Daniel Lemus, Dr. Johannes Rehner y Dra. Aleksandra Krstikj).
[2] Tecnológico de Monterrey, School of Architecture, Art and Design, México sandra.krstik@tec.mx
[3] Instituto de Ingeniería, Universidad Nacional Autónoma de México, México
[4] Department of Public Administration, Zhejiang University of Finance and Economics, Hangzhou, China
[5] División de Ciencias Sociales, Licenciatura en Políticas y Proyectos Sociales, Universidad Abierta y a Distancia de México, México