City governance and resilience during the COVID-19 Emergency

A case study of Mexico City.

*Photo by Eneas de Troya

Investigadores: Miguel Ángel Gil Robles & Beatriz Alejandra Sanchez-Jimenez

En su capítulo City governance and resilience during the COVID-19 Emergency: A case study of Mexico City. , (El turismo cultural y la recuperación económica de las ciudades post-COVID-19) Miguel Angel Gil Robles  Beatriz Alejandra Sanchez-Jimenez exploran el caso de la Ciudad de México durante la emergencia COVID-19.

En julio de 2020, cuando muchas de las grandes ciudades del mundo tenían la crisis del COVID-19 relativamente bajo control, la Ciudad de México aún se encontraba en el nivel más alto posible de estado de emergencia. Este artículo explora por qué la pandemia en la Ciudad de México tomó este rumbo, desde el punto de vista de la gobernanza y resiliencia urbana.

La gobernanza de las ciudades es un proceso complejo de interacción y colaboración entre el gobierno local y diferentes actores. Idealmente, estas interacciones estarán organizadas para tomar decisiones rápidas, al menor costo posible y con el mejor resultado esperado. Para lograr una gobernanza urbana eficiente, se puede implementar una estructura multinivel donde diferentes actores pueden discutir y tomar decisiones. Adicionalmente, el éxito y la eficiencia mantenidos en la gobernanza de la ciudad durante los períodos de crisis se conceptualiza como resiliencia de la gobernanza.

Para que la gobernanza urbana multinivel tenga éxito, cada organización debe ser responsable de tareas específicas. La rendición de cuentas en términos de gobernanza urbana requiere estatutos y sistemas. Los estatutos establecen que una organización es responsable de algo y establece las consecuencias por no lograr sus objetivos. Los sistemas son los procedimientos que utilizan las organizaciones para lograr los objetivos establecidos en los estatutos. Los estatutos deben tomar en cuenta períodos de crisis, y los sistemas deben adaptarse a los mismos.

Para este artículo, la gobernanza de la Ciudad de México durante la pandemia de COVID-19 se estudió en tres niveles: el gobierno federal, el gobierno local de la Ciudad de México y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS, que brinda servicio a 80 millones de personas en México). La gobernanza de la ciudad se examina en seis dimensiones, descritas abajo. De esta manera, los investigadores pudieron asignar responsabilidades a cada nivel por el desarrollo de la pandemia en la Ciudad de México.

1. Liderazgo y gobernanza. Durante los primeros meses de la pandemia, el presidente mexicano presentó un plan enfocado en ayudas económicas para individuos; aseguraba que la emergencia estaba siendo controlada y que en breve todo volvería a la normalidad, y nunca usó cubrebocas durante sus apariciones públicas. Por su lado, el gobierno local de la Ciudad de México y el IMSS crearon campañas de comunicación alentando a la gente a quedarse en casa y usar cubrebocas, presentaron planes para brindar ayuda financiera a PyMEs, y el gobierno local implementó el distanciamiento social.

2. Personal sanitario. Legalmente, la organización responsable de la preparación y gestión del personal sanitario a nivel federal y local es el IMSS, qye emplea aproximadamente a 70.000 médicos y 100.000 enfermeros. Durante la pandemia de COVID-19, se contrataron unos 20.000 médicos más, lo que dejó 14,6 médicos por cada 10.000 ciudadanos, muy por debajo del promedio de la OCDE de 3,4. 

3. Sistemas de información sanitaria. Los datos relacionados con la pandemia fueron compartidos por el gobierno federal y el IMSS de manera estandarizada. La información fue administrada por el gobierno federal y luego distribuida a los gobiernos locales para que todos usaran la misma información, por lo que no hubo grandes discrepancias en la misma.

4. Productos y tecnologías médicos. Durante las primeras etapas de la pandemia, el IMSS adquirió y entregó suministros médicos a los hospitales públicos; en esto, el gobierno federal y local no jugaron un papel importante. A pesar de un gran esfuerzo por parte del IMSS para brindar los mismos estándares de atención médica a nivel nacional, algunos hospitales más pequeños no pudieron cumplir con estos estándares.

5. Financiamiento. De acuerdo con los estatutos, el gobierno federal tiene la capacidad y obligación de financiar el sistema de salud en caso de una emergencia nacional; sin embargo, no introdujo ninguna desgravación financiera, fiscal o medidas de estímulo de base amplia. Su oposición al aumento de la deuda nacional se extendió a la gestión de la crisis del COVID-19 y negó financiamiento adicional a gobiernos locales y al IMSS. A nivel local, el gobierno de la Ciudad de México utilizó su presupuesto para proporcionar suministros médicos; a medida que la emergencia se agravó, la ciudad contrajo una deuda para financiar estos materiales.

6. Prestación de servicios. En la Ciudad de México, la desigualdad de ingresos se refleja en tasas de mortalidad desproporcionadamente altas en áreas más pobres. En respuesta, el gobierno local realizó una campaña para poporcionar cubrebocas y gel antibacterial a este segmento. A nivel federal, no hay evidencia de esfuerzos especiales para reorientar los servicios de salud a las zonas más pobres del país, ni se modificaron los programas de ayuda financiera preexistentes. El IMSS no adoptó nuevas estrategias de distribución de insumos médicos, causando una falta de personal y suministros médicos en hospitales de zonas más pobres.

Discusión

Según la teoría de la gobernanza y resiliencia urbana, los gobiernos locales deberían poder gestionar una emergencia a través de la comunicación con otras organizaciones y gobiernos y tomando decisiones que se basen en estatutos y sistemas. Sin embargo, existieron grandes diferencias entre las posturas del gobierno de la Ciudad de México, el gobierno federal y el IMSS. El gobierno local actuó en oposición a la postura federal en múltiples ocasiones, especialmente en términos de liderazgo y gobernabilidad, financiamiento y prestación de servicios. Por lo tanto, los autores proponen que haya una reconceptualización de cómo los gobiernos se comunican en tiempos de emergencia y cómo manejan las discrepancias. Además, este artículo también destaca la importancia de los gobiernos locales durante los períodos de crisis, mientras que la mayor parte de la literatura actual se centra en el liderazgo del gobierno federal.

Una limitación de este estudio es que la pandemia de COVID-19 aún no ha terminado. Por lo tanto, los resultados reales de la gestión de crisis son imposibles de documentar por completo. Un posible estudio futuro podría considerar el efecto de los procesos discutidos en este documento cuando termine la crisis de COVID-19, potencialmente en comparación con otras ciudades importantes del mundo.


[1]  Publicado en el libro COVID-19 and Cities: Experiences, Responses, and Uncertainties (COVID-19 y las Ciudades: Experiencias, Respuestas e Incertidumbres; eds. Dr. Miguel Montoya, Dr. Daniel Lemus, Dr. Johannes Rehner y Dra. Aleksandra Krstikj).

[2]  Miguel Angel Gil Robles Tecnológico de Monterrey, México, egiorgi@tec.mx

[3]  Instituto Mexicano del Seguro Social, Centro Médico Nacional La Raza.